Accidentes peatonales: conoce sus causas más frecuentes

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A lo largo de diversos recorridos, hemos abordado diferentes consejos para tener una conducción segura, sin embargo, también es válido preguntarnos cuáles son las causas más frecuentes por las que ocurren los accidentes peatonales.

Es un tema bastante abierto al debate, pues cuando llega a ocurrir un accidente así, casi siempre se piensa que el conductor es quien tiene la culpa. No obstante, también existen situaciones donde la imprudencia del peatón provoca el percance; por ello, seremos lo más neutrales posible en este texto.

De la misma manera, cabe mencionar que, aunque son raros los casos, a veces ninguno de los anteriores es el responsable, sino que las condiciones de fábrica del automóvil, al igual que el mal estado del camino, son los factores que provocan el percance vial.

Acompáñanos y conoce un poco más de estos temas.

Accidentes peatonales, principales causas

La mejor manera de evitar los accidentes peatonales, es si cada actor respeta las reglas de movilidad establecidas para sí mismos. Peatones y ciclistas tienen tanto derecho a circular como lo tienen los automovilistas, pero siguiendo ciertas normas de tránsito que les indican dónde y cómo hacerlo.

De la misma manera, los conductores de carros y vehículos de carga pesada, al igual que los motociclistas, deben estar conscientes de que se encuentran en el último nivel de la pirámide de la movilidad. Esto quiere decir que, por mucha prisa que lleven, y por muy poco o mucho tráfico que haya, deben respetar el paso prioritario a personas a pie y pedalistas, cuando así sea el caso.

Una vez entendido esto, podemos hablar ya de las causas más comunes por las que ocurren los accidentes viales.

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Distracción al volante y al caminar

La mayor causa de los accidentes de peatones ocurre por las distracciones al volante, pero, también, al caminar.

Estas distracciones ocurren por cualquier cosa, desde cambiar una estación de radio mientras se maneja, contestar una llamada telefónica, enviar mensajes de texto o hasta por consumir alimentos. La velocidad a la que circula un auto es tan rápida que sólo bastan un par de segundos para provocar accidentes, aun sin o se va a exceso de velocidad.

Está de sobra decir que algunos de estos motivos son perpetrados tanto por conductores como por peatones. Cualquier cosa que te distraiga de lo que tienes en frente y a tus alrededores, puede ser causa de que atropelles a alguien, o de que te atropellen por no poner atención cuando cruzas una calle o avenida.

Conducción imprudente y exceso de velocidad

A una velocidad de 50 km/h, un auto recorre 14 asombrosos metros en 1 segundo. Imagínate lo que puede pasar si te distraes más tiempo y circulas a mayor velocidad. Tus reacciones de frenado pueden ser bastante buenas, pero no por eso debes confiarte; nunca sabes cuándo puede cruzar la calle un peatón, un niño corriendo, un animal o un automóvil que se cruza un alto o sale sin precaución de una curva o esquina.

Romper los límites de velocidad y tener una conducción distraída son la peor combinación. Lo mejor, es prestar atención al camino mientras más rápido vas.

Caminar y cruzar la calle imprudentemente

Así como hay automovilistas imprudentes, también hay peatones. Muchas personas que van a pie creen que, por tener la preferencia, pueden cruzar por dónde quieran y en el momento que quieran; bueno, esto no es así.

Las esquinas, los pasos de cebra, los puentes y cruces peatonales son las áreas destinadas para que una persona pase de una acera a otra. No porque una calle presente poco tránsito vehicular quiere decir que puedes pasar corriendo o caminando lentamente por en medio de ella.

La misma caminata imprudente aplica cuando un peatón no mira a ambos lados antes de cruzar. Si tuviéramos una buena cultura vial, quizá no sería necesario hacer esto, pues no nos preocuparía que un automóvil o un ciclista vengan en sentido contrario.

Desgraciadamente, ese mundo no existe y en no pocas ocasiones ciclistas y conductores circulan en el carril y sentido que no les corresponden. Claro que, de ser este el caso y como peatón resultas atropellado, no sería tu culpa, pero, si el vehículo va en sentido correcto y pasas la calle en la zona errónea, con el semáforo en verde, sin fijarte, etc., por supuesto que la culpa será tuya al no haberte fijado bien.

Recuerda, mirar a la izquierda o a la derecha está bien, pero mirar a la izquierda y derecha, es mejor.

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No ceder el paso

Para conocer más de este tema, te recomendamos profundizar más en la Pirámide de la movilidad. Sin embargo, y para resumir, como conductor, tienes que ceder el paso a los peatones en las intersecciones, cruces destinados a ellos e incluso si no están señalizados. No hacer esto podría derivar en atropellos o choques con otros vehículos.

Sueño, influjo del alcohol y otras sustancias

Manejar con cansancio, alcoholizado o bajo el efecto de sustancias nocivas, merma tu capacidad de reacción, aumentando las posibilidades de atropellar a un peatón o ciclista si vas manejando. Igualmente, si vas caminando bajo estos estados, tu percepción se verá afectada, siendo propenso a que te arrolle un automóvil si no cruzas con cuidado una calle.

Defecto en el vehículo y mal estado de las calles

No darle un buen mantenimiento a tu auto, como lo es tener frenos en buenas condiciones, o luces inservibles, puede ser causa de accidentes peatonales. Sin embargo, también existe la posibilidad de que tu carro presente defectos de fábrica que puedan causar algún accidente. Lo mismo ocurre con las calles en mal estado, con baches y mal señalizadas. En estos casos, deberás contactar con el fabricante del auto o con las autoridades a cargo del buen mantenimiento de la infraestructura vial; en ciertos casos, ellos deben hacerse responsables en caso de accidente vial.

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