La seguridad vial no es cosa de juego, tan es así, que sabemos que esta es una responsabilidad de 360° donde se incluye el actuar del conductor, del peatón y hasta se toma en cuenta el buen mantenimiento de un carro; a esto último se suma la cuestión sobre cómo funciona una bolsa de aire de un automóvil.
Es por eso que, en el recorrido de hoy, vamos a conocer un poco más sobre este mecanismo tan importante que, si bien puede salvarte la vida, necesita de un complemento indispensable para funcionar al 100%. ¿Quieres saber cuál es? Acompáñanos.
¿Cómo funciona una bolsa de aire de un automóvil? La gran duda
Antes de saber cómo funciona una bolsa de aire de un automóvil, primero necesitamos comprender un poco más de la seguridad vial.
La anterior es una buena práctica que nos corresponde llevar a cabo a todos. Como dijimos desde un inicio, engloba la conducción responsable por parte de todos los que manejan algún vehículo (desde grandes camiones hasta bicicletas), el correcto transitar de los peatones, el mantenimiento de las carreteras y señales de tránsito por las autoridades, y, no menos importante, la seguridad que, como conductor, te proporciona tu auto dentro y fuera del mismo.
En un recorrido anterior hablamos de la seguridad pasiva y activa, donde, como vimos, se incluye la bolsa de aire, así que toca el turno de profundizar en ella.
¿Qué son y para qué funcionan los airbags?
También conocidas como airbags, las bolsas de aire forman parte de los dispositivos de seguridad pasiva del automóvil. En esencia, son cojines o bolsas —como se les prefiera ver— que, al momento de producirse un choque, se inflan en cuestión de segundos y brotan del volante y los tableros.
Su intención es proteger al conductor y a los pasajeros de impactar contra las estructuras internas del carro. Asimismo, tampoco debe impedir el escape de los mismos luego del choque. De esta manera, una vez que cumplieron su cometido, los airbags se desinflan rápidamente para que las personas al interior del auto puedan salir.
Existen tres tipos de estas bolsas: frontales, laterales y de cortina. Las primeras se despliegan tras una colisión frontal; las segundas, luego de un impacto lateral, y las terceras, desde el techo del carro para proteger la cabeza y el cuello de los pasajeros.
En los tres casos, se activan cuando el sensor detecta un golpe. Al enviar la señal, se activa un inflador químico para producir el gas que llena el airbag y pueda desplegarse. Todo este proceso ocurre en prácticamente dos segundos. ¿Increíble, no?
¿Provocan alguna lesión en los pasajeros?
De acuerdo, ahora que ya sabes cómo funciona una bolsa de aire de un automóvil, es hora de responder la gran duda sobre si pueden llegar a provocar o no una lesión en el conductor y los pasajeros.
La respuesta rápida, pero no sencilla, es, sí, las bolsas de aire sí pueden llegar a provocar lesiones al momento de desplegarse, tales como hematomas, quemaduras y traumatismo. Sin embargo, de seguir los protocolos necesarios, estas lesiones también pueden ser todavía menores de las que los airbags previenen en caso de no contar con ellas.
Al inicio, mencionamos que estas funcionan mejor cuando se acompañan de un complemento especial, ¿recuerdas? Bueno, pues ese dispositivo no es otro, sino el cinturón de seguridad, que, hasta el día de hoy, continúa siendo el mejor método de seguridad al chocar.
Abrocharse el cinturón de seguridad te ayuda a tener un menor impacto contra la bolsa de aire, por ello el que sea vital tenerlo puesto. Asimismo, no olvides que nunca debes llevar a un niño pequeño en el asiento delantero; la bolsa de aire es más peligrosa para ellos y podría tener consecuencias fatales.
El airbag, en sí, reduce en un 29% las probabilidades de morir durante un choque frontal, según datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de los Estados Unidos (NHTSA). También, son dispositivos que deben situarse al menos a 25 cm entre el pecho del conductor y los pasajeros del volante y tableros; así, el impacto entre ambos será menor.
Otros datos que debes conocer
Toma en cuenta que este mecanismo de seguridad es muy sensible, por lo que, en caso de que tu tablero te arroje algún aviso sobre un mal funcionamiento con los airbags, lo mejor es que las revise personal capacitado. Así no solamente evitarás dañarlas, sino que también se expandan de forma imprevista y te causen algún daño.
De igual manera, ya sea que se abran por error o por un impacto, deberás cambiarlas por otras. En caso de que, por fortuna, no haya sido necesario su uso y tampoco presenten algún problema, se recomienda cambiarlas cada 10 años.
Por último, no está de más recalcar: los airbags funcionan en su totalidad cuando se combinan con el cinturón de seguridad. Por favor, no dejes de utilizarlo.