Las ciclopistas representan una de las mejores alternativas de movilidad urbana sustentable, si eres ciclista, seguramente has rodado por más de una de ellas, pero, ¿te has preguntado, cómo se construye una ciclovía? En el recorrido de hoy, te vamos a contar todo sobre este interesante proceso.
Cuando piensas en una ciclovía, quizá te has preguntado cosas como “¿cuáles son sus ventajas?, ¿cómo se implementan?, ¿para qué sirven?, ¿por qué es bueno invertir en ellas?, o tal vez hasta cuáles son las mejores ciclovías para andar en bici”.
Sin embargo, a pesar de que muchos hemos rodado sobre ellas, muy pocos nos hemos cuestionado cómo se construyen. Es raro que, como ciclistas, pensemos muy poco en ello a pesar de que al andar sobre una hasta hemos sentido una textura diferente.
Bueno, en la rodada de hoy vamos a tener un recorrido especial para conocer más al respecto. Ajusta tu manubrio y asiento, porque allá vamos.
¿Es útil construir ciclovías?
Antes de saber cómo se construye una ciclovía, debemos saber si realmente son necesarias o no. Esto se debe a que, aún hoy en día, la infraestructura ciclista cuenta con algunos detractores. La mayoría de ellos asegura que construcciones de esta clase, lejos de beneficiar la circulación, la entorpecen.
La realidad puede ser todo lo contrario, pues las ciclovías existen, de hecho, para aliviar el congestionamiento vial. Pero mejor vayamos a los datos:
Según la National Association of City Transportation Officials (Nacto), las calles representan más del 80% de todo el espacio público en las grandes ciudades. Por desgracia, a pesar de que todos convivimos con ellas, seamos peatones o conductores de cualquier vehículo, lo cierto es que están pensadas para los automóviles.
Lógicamente, esto genera que la mayoría de la gente se transporte en vehículos particulares o del transporte público. Por supuesto, un mayor uso de autos se traduce en una mayor cantidad de tráfico y congestionamiento vial.
México es uno de los países más afectados. El índice TomTom Traffic, que evalúa el tráfico de 387 ciudades de todo el mundo, posiciona a la Ciudad de México (CDMX) en el puesto 13 con mayor tráfico a nivel mundial.
Si de por sí este ya es un mal puesto, el asunto se ve peor cuando, sólo tomando en cuenta el continente americano, nuestro país se ubica en el segundo puesto, únicamente atrás de Toronto, Canadá.
El mismo estudio revela que los habitantes de la CDMX pierden aproximadamente 244 horas al año atascados en el tráfico (más de 10 días). Con todos estos datos, se resume que, por cada 10 km recorridos en automóvil, se invierte en promedio 30 minutos, cuando, sin tráfico, debería ser un recorrido de 14 minutos.
Pero, cuando el tráfico va verdaderamente a vuelta de rueda, un tramo de 8 km, que debería hacerse en máximo 10 minutos, puede tardar hasta 45 minutos. En bicicleta, este recorrido se haría en tan sólo 25 minutos.
Ahora, si se toma en cuenta que varios de estos recorridos son menores a 8 km, se deduce que si se usa la bicicleta en lugar del carro, se llegaría más rápido a destinos cortos.
Sobre este punto, cabe destacar que un auto equivale en tamaño, más o menos, a siete bicicletas. En el tráfico, cambiar la bici por el carro reduciría bastante el congestionamiento. Sobre todo, si se toma en cuenta que, en muchas ocasiones, sólo una persona ocupa un auto, dejando sus demás asientos vacíos.
Muchos de estos pequeños recorridos en bici son todavía más rápidos a través de las ciclovías. Entonces, la respuesta es sí, las ciclovías son verdaderamente útiles; pues a mayor cantidad de ciclopistas, y mientras más conexiones tengan estas con el transporte público, es más rápido llegar a un destino de menos de 10 km en bici que en auto y, de paso, se libera más tráfico.
¿Cómo se construye una ciclovía?
La construcción de una ciclopista va más allá de únicamente colocar barreras, canalizadores y confibicis anclados al pavimento. Se requiere de una construcción y materiales que hagan cómodo y seguro el recorrido para el ciclista.
Es decir, no basta con tenerla bien señalizada y separada del carril de automóviles, también debe contar con ciertas particularidades para facilitar andar en bici dentro de ellas.
Información de la constructora mexicana VISE destaca que, estructuralmente hablando, una ciclovía requiere de una estructura mínima en el pavimento y mezcla asfáltica a utilizarse en ella. A saber:
- Carpeta
- Riego de imprimación (base de material granular no tratado, el cual puede ser grava o una subbase)
- Base granular estabilizada granulométricamente
- Subrasante tratada
Asimismo, su pavimentación debe evitar que la misma se encharque. De igual manera, debe resistir diversas condiciones climáticas del lugar. Debido a esto, es necesario utilizar un pavimento especial que, al igual que los usados en carreteras, debe cumplir estrictas exigencias y especificaciones técnicas.
¿Cómo se construye una ciclovía con pavimento especial?
En este sentido, es necesario que el pavimento de la ciclovía tenga una superficie de rodamiento suave y cómoda. Esto facilitará el manejo de la bicicleta y hará más fácil y rápido el recorrido.
El cómo se construye una ciclovía va más allá de su separación física, como bien dijimos. El pavimento o mezcla usada en ella debe contar con ciertas características. Entre ellas están:
Superficie lisa y antiderrapante a pesar de la humedad. Se recomienda utilizar, sobre todo, el asfalto.
Debe permitir que la pintura se mantenga en él. Esto con la finalidad de marcar las áreas de cruce (ciclistas y peatones) sin que se despinten fácilmente.
Resistente. Aunque puede ser blando, debe contar con la resistencia necesaria para soportar el peso de vehículos que, inevitablemente, pasarán de vez en cuando sobre la ciclopista.
Su construcción debe ser ligeramente inclinada para que, al acumularse el agua por cualquier razón, esta corra hacia el drenaje.
Ahora que ya sabes cómo se construye una ciclovía, es momento de que salgas a rodar por ellas y, de paso, ayudes a la ciudad a liberarse de la congestión vehicular.